LA RELIGION Y EL HOMBRE EN LA MODERNIDAD

Las diferencias entre la doctrina religiosa y el avance y estudio de la ciencia son hechos relevantes en la historia de la humanidad, el primer conflicto entre la religión y la ciencia occidental se asocia con la aparición de las dos teorías que se refirieren al movimiento de la tierra alrededor del sol expuestas por los filósofos Galileo y Copérnico colocando en tela de juicio la creencia de la iglesia relativa a la tierra como centro inmóvil del universo.Finalmente la ciencia se impuso sobre la creencia y en algunos casos sobre la fe, pasaron muchos siglos y ocurrieron grandes sucesos para que el hombre por fin pudiera comprender que estas se pueden complementar la una con la otra en otras palabras se hizo necesario retomar el componente científico de la religión y el componente religioso de la ciencia para la contemplación de los fenómenos y el descubrimiento de nuevas formas de solucionar problemas y descubrir que nuestra mente y nuestro espíritu se pueden elevar desarrollándose en gran medida.En la modernidad se ha presentado un gran auge e interés por comprender diversos sistemas que son de carácter espiritual, dentro de los cuales podemos mencionar investigaciones hechas en el área de psicología por medio de los se ha llegado a la conclusión de que los grandes místicos de todas las tradiciones espirituales comprendieron grandes aspectos de la naturaleza que han escapado de la ciencia moderna, este tema a cobrado gran importancia sobre todo en occidente.las ventajas que sobresalen en este tipo de estudios es que por medio de este se puede apartar de estados patológicos y alucinatorios para centrarse especialmente en el estudio de los estados de conciencia caracterizados por un mayor grado de inteligencia, de poder moral y liberación respecto de las emociones egoístas.Por medio de estos estudios se abre la posibilidad de ascender a un estado superior de conciencia al cual no seria posible ascender si se tiene en cuenta solo la concia normal pues es limitada y no tiene la amplitud que tiene el área espiritual, en esta cada persona alcanza su evolución según su propio estado.